Juanjo Calvo
- "TRIVALENCIAS"
- Exposición: 9 / 28 febrero 2007
Es un viaje desde el frío, hecho en tren desde las alas de algún águila domesticada hacia el pasado y el caos; caos que muestra la perturbación y el desequilibrio humano y del mundo. Con esta exposición fotográfica, Juanjo Calvo nos presenta la eterna batalla entre los dos modelos de desarrollo; de un lado la civilización del desarrollo excluyente y del derroche, basada en la combustión de los recursos fósiles, y por otro lado cómo encarrilar el rumbo y los desafíos hacia una sociedad más ecológica, más justa y más solidaria.
En un principio cuando me habló de “trivalencias” me vinieron a la mente las imágenes de Stieglitz, fotógrafo estadounidense que con sus “equivalencias” intentó desprenderse de la tendencia pictoralista e imponer la idea de purismo a la fotografía, libre de manipulaciones, e interpretar los estímulos y las emociones que provocaron en su alma ansiosa el desbarajuste de la convulsiva década de los 20 y de la Gran Depresión americana de 1930.
Claro que, sin ofender a la memoria de Stieglitz, esa experiencia espiritual hacia el interior con sus canciones celestiales que, además de aburridas, no eran reveladoras directas de su inspiración, diría que es más una huida surrealista que de desafío hacia la civilización materialista; por otro lado, sin minimizar la puesta en cena de las imágenes de Juanjo, aquí no hay una aproximación intima y tangible; al contrario, pues no se limita a mostrar el lado oscuro, decrépito de un mundo donde no hay espacio para supervivir, sino que también mira hacia los espacios posibles de existencia en un nivel terrenal visible. La consternación es evidente y sus imágenes están embriagadas de desecho, tanto moderno como antiguo. Tal vez se aprecia incluso el hecho de cómo enfrenta el conflicto, la lucha, la desesperación, el alivio y el éxtasis al humo que sedimenta nuestra forma de producción y adhesión.
Obviamente no me propongo hacer una crítica de la técnica compositiva, pues aunque hay una preocupación explicita por ella, sí se vislumbra en los detalles, no tanto en los planos abiertos; su preocupación también va hacia el ejercicio de la perspectiva y evidencia un interés por buscar un punto de vista heterogéneo que enlace los tres subtemas de la muestra, escarbando en los espacios más insólitos para recrear la sensación del agobio en que vivimos, intentando buscar una salida en los aires naturales. Con respecto al matiz, hay una desigualdad que inquieta, pues muchas veces los detalles se desvanecen, aunque la luminosidad de algunas fotografías se apropie del tema, amparándose en la baja saturación.
A pesar de los contrastes entre las imágenes es un buen ejercicio en un tema tan candente y que vale la pena profundizar en ello.
Gilmar Simões
(9 feb. 2007 - video de la inauguración)
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